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¿Porque es importante las vitaminas en nuestros peces? ¿En qué puede afectar la ausencia de estas?
Los requerimientos vitamínicos en las dietas para peces se determina mediante la alimentación con dietas específicas. La adecuada alimentación es obtener un correcto balance entre la calidad de alimento que proporcionamos en nuestros acuarios, esto implica que debemos suministrar alimento de calidad con una alta concentración de nutrientes y complementos necesarios para obtener un optimo crecimiento y evitar una menor incidencia de enfermedades. Las vitaminas son compuestos orgánicos necesarios en las dietas de nuestros peces para su normal crecimiento y salud, ya que no son capaces de sintetizarlas y, por lo tanto, se deben administrar en la dieta. Las vitaminas hidrosolubles, la vitamina C es la más importante en la nutrición de los peces, por su poder antioxidante y estimulador del sistema inmunitario. La deficiencia de ácido ascórbico (vitamina C) causará escoliosis, mientras que la deficiencia de ácido fólico (vitamina B9) provocará una coloración oscura.
Durante el crecimiento del pez, la nutrición tiene una enorme importancia por lo que un desbalance nutricional, puede alterar el correcto desarrollo del pez, es muy importante que el alimento que brindamos a nuestros peces sea adecuado para su sistema ya que, si proporcionamos una dieta inadecuada, por desconocer sus hábitos naturales, perjudicaremos su salud.
Un ejemplo muy claro es la enfermedad de los agujeros en la cabeza, es un cuadro ocasionado básicamente por déficit de vitamina D, que está íntimamente relacionada con la utilización del calcio y el fosforo a nivel tisular. Las causas de este déficit son muchas, y por eso se considera un síndrome más que una enfermedad.
Una alimentación monótona, una alimentación carente de dichas vitaminas, un alimento viejo o vencido puede provocar que la salud de nuestros peces se vea afectada a un nivel avanzado donde podremos experimentar parasitosis como por ejemplo Hexamitiasis y estreñimiento crónico.
Sabemos que este paracito se aprovecha cuando el pez tiene las defensas bajas para provocar mayor daño en el sistema inmunológico.
